Confirman un primer recluso en el sistema penitenciario de California infectado por coronavirus
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El primer recluso dentro del sistema penitenciario de California dio positivo por COVID-19.
El condenado se encuentra en la Prisión Estatal de California, condado de Los Ángeles, anunciaron los funcionarios correccionales del estado el domingo por la noche. También señalaron que cinco trabajadores de la prisión padecen COVID-19, la enfermedad causada por el nuevo coronavirus. Dos de ellos están en la Prisión Estatal de California, Sacramento, en las afueras de Folsom; uno en la Prisión Estatal de Folsom; y dos en la Institución de California para Hombres, en Chino.
El prisionero en el condado de Los Ángeles se encontraba estable y recibía tratamiento en el lugar, según un comunicado del Departamento Correccional y de Rehabilitación de California. El organismo informó que el prisionero reportó sentirse mal el jueves, y fue puesto en aislamiento ese mismo día. El viernes se le examinó y los resultados se obtuvieron el domingo. La agencia no proporcionó datos sobre la salud de los trabajadores infectados.
Los movimientos del prisionero estarán restringidos mientras se lleva a cabo una investigación sobre quién podría haber tenido contacto con él. Aquellos considerados en riesgo serán puestos en cuarentena para observación, remarcaron las autoridades.
En una declaración conjunta, el departamento y la agencia estatal de atención médica en prisiones indicaron que “permanecen ágiles en respuesta a cualquier caso potencial de COVID-19... La máxima prioridad es la seguridad y protección del personal, la población, los voluntarios, los visitantes y comunidades aledañas”.
California ya puso fin a las visitas, los programas de voluntariado en las prisiones y las actividades educativas, y comenzó a evaluar al personal. Sin embargo, la ansiedad sigue creciendo tanto para los reclusos como para quienes trabajan en las cárceles del estado.
“Todos esperamos y rezamos para que hagan algo”, escribió un recluso de forma anónima a Los Angeles Times. “Todos nos encontramos asustados... Estamos aquí sentados, esperando que este asesino silencioso venga y [el Departamento de Correcciones] nos encierre en celdas y pase la pelota. Hay una sensación extraña entre estas paredes en este momento”.
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Una enfermera de la prisión que trabaja en una unidad de vivienda donde varios pacientes se encuentran bajo “rondas de vigilancia por COVID” expresó preocupaciones similares.”Es muy desconcertante”, le dijo a The Times, insistiendo en el anonimato. “Hay mucha interacción cercana con el personal y los reclusos”.
También el domingo, el departamento publicó pautas de tratamiento y pruebas para COVID-19. La entidad pidió que todos los prisioneros con síntomas similares a la influenza sean examinados; durante la temporada gripal, los médicos de las prisiones tienen la opción de evaluar primero a los prisioneros por gripe en primer lugar, y luego por el nuevo coronavirus si la prueba inicial resulta negativa.
Se da prioridad para las pruebas de detección del coronavirus a los presos que tienen 60 años o más, padecen enfermedades crónicas o tienen un sistema inmunitario comprometido. El departamento no informó el número de prisioneros que han sido examinados para detectar el virus hasta el momento, o la cantidad de prisiones con unidades bloqueadas debido a posibles casos.
En general hay una escasez de pruebas, tanto en California como en todo el país, lo cual dificulta saber con precisión cuántas personas han contraído el virus.
Las pautas del departamento correccional describen los pasos para evitar la propagación del coronavirus en los confines de la prisión: “Cerrar tantos edificios/unidades afectadas como sea necesario para limitar el brote. Recordar a los pacientes que no compartan utensilios para comer, alimentos o bebidas. Suspender las reuniones de grupos grandes, como encuentros religiosos y los eventos sociales”.
De acuerdo con los Centros para el Control de Enfermedades, CDC), ambos causan fiebre y tos, y ambos pueden provocar neumonía.
La semana pasada, un juez federal ordenó la creación de un grupo de tareas para informar dentro de una semana sobre los planes para combatir el COVID-19 dentro del sistema penitenciario. Un abogado que integra el grupo y representa a los reclusos con enfermedades mentales precisó que el juez exige que la reducción de la población sea uno de los temas a discutir.
El grupo de trabajo comenzó a reunirse el sábado.
Las cárceles de California están actualmente al 134% de su capacidad. La prisión en el condado de Los Ángeles tiene una capacidad cercana al 140%; alberga a unos 3.200 reclusos, aunque fue diseñada para 2.300.
Los servicios médicos en la mayoría de las cárceles de California son supervisados por una autoridad especial designada por el tribunal, debido a décadas de hacinamiento y atención deficiente. Sin embargo, las mejoras han permitido al estado recuperar el control de la atención médica en varias cárceles.
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.
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