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El paquete de ayuda por el coronavirus estará disponible pronto e incluirá cheques por $1.200

Treasury Secretary Steven Mnuchin
El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, habla con los periodistas sobre las negociaciones del paquete de alivio por el coronavirus, el pasado jueves, en Washington.
(Evan Vucci / Associated Press)

El Secretario del Tesoro Steven Mnuchin dice que los republicanos van a lanzar el próximo paquete de ayuda COVID-19 el lunes.

El secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, informó el sábado que los republicanos están listos para anunciar el siguiente paquete de ayuda por el COVID-19 este lunes, y aseguró que tiene respaldo de la Casa Blanca después de que él y el principal asistente del presidente Trump se reunieron para dar los toques finales a la propuesta, valuada en un billón de dólares, que había fracasado solo unos días antes.

Mnuchin declaró ante la prensa en el Capitolio que extender el beneficio de desempleo a punto de vencer -aunque reduciendo sustancialmente el monto- es una prioridad absoluta para Trump. El secretario calificó la ayuda semanal de $600 como “ridícula”, y la consideró como un desincentivo para que las personas regresen a trabajar. También prometió que una nueva ronda de cheques de estímulo por $1.200 se concretará en agosto.

“Estamos preparados para actuar rápidamente”, remarcó Mnuchin después de que él y Mark Meadows, jefe de gabinete del presidente, pasaron varias horas con los miembros del partido republicano en el Capitolio. El funcionario destacó que Trump apoyará “con certeza” el emergente paquete republicano.

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La evaluación optimista de Mnuchin se produjo antes de que los demócratas intervinieran públicamente en la propuesta actualizada, que sigue siendo solo un punto de partida en las negociaciones con los líderes de la Cámara y el Senado del otro partido. El secretario del Tesoro agregó que recientemente llamó a la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al líder de la minoría del Senado, Charles E. Schumer, antes de las negociaciones, la próxima semana, sobre el acuerdo más amplio.

Los republicanos de la Casa Blanca y el Senado se apresuraron a reagruparse después de que los planes para introducir un proyecto de ley de rescate por el coronavirus, por valor de un billón de dólares, colapsaron el jueves pasado en medio de luchas internas del partido republicano por el tamaño, el alcance y los detalles de tal programa. Se suponía que el plan aportaría $105 mil millones para ayudar a la reapertura de las escuelas, además de nuevos fondos para pruebas de coronavirus y beneficios para las empresas, incluida una nueva ronda de préstamos, exenciones de impuestos y un amplio escudo de responsabilidad civil ante las demandas relacionadas con el COVID.

Los científicos están encontrando pruebas de que el tipo de sangre puede ser un factor de riesgo para COVID-19. En un estudio, las personas con sangre de tipo A tenían más probabilidades de ser hospitalizadas.

Mientras los republicanos pugnaban con las medidas, el equipo de la Casa Blanca restó importancia a las diferencias con los senadores republicanos y dijo que Trump se centró en proporcionar alivio. “El presidente ha sido muy claro. Él quiere asegurarse de que el pueblo estadounidense tenga lo que necesita durante este tiempo sin precedentes”, comentó Meadows, “y cerciorarse de que no solo hay dinero, sino también programas adecuados”.

La expiración del apoyo semanal de beneficios por desempleo, de $600, impulsó a los republicanos a actuar. Los demócratas ya aprobaron su amplio plan por $3 billones, de Pelosi, hace dos meses. Pero con millones de estadounidenses a punto de sufrir la interrupción repentina de la ayuda a partir del próximo sábado, intentaron evitar las consecuencias sociales y económicas.

La Casa Blanca planteó su propuesta para recortar la ayuda adicional a $100 por semana, mientras que los republicanos del Senado prefirieron $200, con un acuerdo general sobre la eliminación gradual del impulso a favor de uno que garantice no más del 70% del salario anterior de un empleado.

Mnuchin también comentó que los pagos directos de $1.200 se basarían en la misma fórmula de la asistencia anterior. Las personas que ganan $75.000 o menos, por ejemplo, recibieron el monto total, y aquellos que perciben más de $75.000 obtuvieron menos de $1.200 dependiendo de sus ingresos. Quienes ganan más de $100.000 no calificaron para el pago. “Enviaremos la mayoría de ellos en agosto, y eso ayudará a la gente”, comentó Mnuchin.

Los funcionarios de la administración agregaron que el paquete general se mantuvo en un billón, aparentemente a la par con el borrador original del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.

Esa estrategia hizo que McConnell (R-Kentucky), que no contaba con el apoyo total de su mayoría republicana, pudiera evitar la votación y arriesgarse a soportar un resultado fallido. Pero también les dio a los demócratas cierta influencia para insistir en sus prioridades como parte de cualquier acuerdo final.

El camino por delante sigue siendo incierto, aunque ambas partes pugnan por llegar a un acuerdo a finales de mes.

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