El fuego, denominado el incendio de CZU August Lightning Complex, había quemado 63.000 acres, destruido 97 estructuras y obligado a evacuar a unas 77.000 personas en los condados de San Mateo y Santa Cruz.
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El viernes por la noche, el cansado equipo de bomberos voluntario de Ben Lomond, fue informado por el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California en la cocina aireada e inacabada de la estación de bomberos del pueblo de montaña.
Un grupo de fuegos provocados por rayos se había fusionado en un solo incendio que estaba arrasando las montañas de Santa Cruz al oeste.
Se les dijo a los bomberos que los modelos de Cal Fire sugerían que en las próximas 48 a 72 horas, el incendio se trasladaría al centro de Boulder Creek. Si las cuadrillas no pueden detener el fuego allí, Cal Fire retiraría sus refuerzos y permitiría que el fuego se canalizara por el valle, a través de Brookdale, Ben Lomond y Felton, hacia la Ruta 17, la carretera de montaña de alta velocidad que conecta San José y Santa Cruz.
Fue una noticia desalentadora, pero los bomberos locales planearon defender esa posición para salvar a las comunidades, incluso sin el respaldo de Cal Fire.
“Nadie va a dejar de combatir ese incendio”, dijo el jefe del Distrito de Bomberos de Menlo Park, Harold Schapelhouman, quien se encontraba en Boulder Creek en las primeras horas de la mañana del sábado.
“Estos muchachos van a seguir luchando”, dijo sobre los bomberos voluntarios. “Eso es exactamente lo que hacen. Reciben los golpes y vuelven a levantarse”.
El incendio, conocido como el CZU Lightning Complex, quemó 63.000 acres, destruyó 97 estructuras y forzó la evacuación de unas 77.000 personas en los condados de San Mateo y Santa Cruz hasta el sábado por la mañana. Estaba contenido en un 5%.
El incendio masivo fue uno de los 585 incendios forestales estimados que en conjunto han quemado casi un millón de acres en California desde el asedio de rayos que comenzó el 15 de agosto.
La gran escala y la cantidad de incendios ha ejercido presión sobre la mano de obra y el equipo de extinción de incendios que algunos funcionarios han descrito como sin precedentes en la historia reciente, y los comandantes de incidentes en todo el estado informaron la falta de recursos necesarios.
“Básicamente, Cal Fire está sin recursos en todo el estado”, dijo Edwin Zuniga de Cal Fire, un oficial de información pública del incendio de CZU. Añadió que además de depender de equipos locales y voluntarios, los funcionarios han ordenado refuerzos fuera del estado. Están comenzando a ver que la ayuda llega, pero ha sido un proceso lento, expuso. Con tantos incendios esparcidos por California, los recursos se desvían a otros lugares antes de llegar.
“El problema es que, en el camino, posiblemente podrían ser desviados a un incidente de mayor prioridad”, señaló. “Se ha convertido en un tema de importancia, quién tiene más urgencia, ahí se redirigirán esos recursos”.
Se están enviando aviones y tripulaciones de extinción de incendios a áreas donde existe el mayor riesgo de pérdida de vidas, dijeron las autoridades.
El distrito de Schapelhouman se está reforzando. El viernes por la noche, su tripulación trajo un auto bomba, una plataforma, varios contenedores de agua y Gatorade para las tripulaciones exhaustas.
Fueron recibidos con vítores.
Los hombres y mujeres que luchan contra los incendios en las montañas son una tripulación histórica. La mayoría de ellos trabajan para otras ciudades y municipios del Área de la Bahía, como San José, Berkeley, Palo Alto, Menlo Park y Redwood City, como bomberos y socorristas a tiempo completo.
Para muchos, el viernes fue su día libre. Pero en lugar de dormir o refugiarse, avanzaban penosamente por el terreno accidentado y montañoso despejando el camino y apagando los incendios donde podían.
“Esta es mi casa. Estos son nuestros vecinos. No hay forma de que no esté aquí luchando”, dijo Todd Ellis, capitán del distrito de bomberos voluntarios de Ben Lomond, refiriéndose a las designaciones informales que Cal Fire usa para describir las zonas de extinción de incendios.
Devastado por el informe de Cal Fire, dijo que nada lo detendría de luchar por su ciudad.
Carl Kustin, un voluntario del Distrito de Bomberos de Boulder Creek, estuvo de acuerdo.
“No hacemos esto por dinero. Lo realizamos porque amamos a nuestro prójimo, amamos a nuestros compañeros. Y para nosotros, no hay nada más inspirador que ayudar a los demás y usar todo lo que tenemos para apoyar a las personas y las comunidades ”, manifestó.
Kustin es una leyenda entre los departamentos de bomberos de estos pueblos de montaña. Él y Schapelhouman respondieron al bombardeo de la ciudad de Oklahoma, los ataques terroristas del 11 de septiembre y el huracán Katrina, entre otros desastres importantes en Estados Unidos.
La mayoría de los bomberos se han desplegado en todo el país como los primeros en labores de auxilio.
Pero, dijo Kustin, esta vez es diferente. “Esta vez es personal”, enfatizó.
Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.
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