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Los condados de California, en un limbo mientras esperan las reglas de reapertura de Newsom

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More counties removed from California’s COVID-19 watchlist

Gov. Gavin Newsom said Monday more counties came off California’s COVID-19 watchlist over the weekend after posting declines in cases, transmission rates and hospitalizations for three consecutive days and that guidance was expected to be released this week.

Ocho condados de California han frenado la propagación del coronavirus pero no pueden reabrir los negocios hasta que el gobernador Gavin Newsom publique nuevas directrices.

Este lunes, el gobernador Gavin Newsom le dio, al parecer, buenas noticias a los condados que frenaron la propagación del coronavirus y fueron eliminados de la lista de vigilancia del estado solo para encontrarse en un limbo mientras esperan las reglas de reapertura prometidas desde hace mucho tiempo.

El gobernador señaló que los condados deben esperar dos semanas para reabrir los negocios después de salir del listado, una línea de tiempo que permitiría que Santa Cruz reinicie sus actividades a fines de esta semana, y Placer y San Diego la semana siguiente.

“Tiene que haber un período de 14 días entre la aplicación [y] la implementación no solo para las escuelas, sino también para la reapertura de cualquier sector de la economía”, remarcó Newsom el lunes. “Entonces, no hay demora en ese sentido para que estos condados sigan adelante”.

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Pero más tarde, un asistente intentó reformular el comentario de Newsom y quedó claro que el funcionario se había equivocado. El error solo se sumó a la confusión que las autoridades de varios condados de California sienten sobre las directivas -o la falta de ellas- provenientes de Sacramento desde que comenzó la pandemia. Si bien Newsom ha predicado la importancia del control local, el estado tomó la iniciativa en la respuesta de California y anunció pautas de salud pública con poco aviso y menos explicaciones sobre cómo los condados deben interpretar las reglas.

“Sé que estos son tiempos sin precedentes”, afirmó la supervisora del condado de Placer, Bonnie Gore. “Sé que están muy ocupados, pero nuestros residentes se encuentran muy preocupados y no tengo respuestas. No tenemos la libertad de tomar nuestras propias decisiones, así que debemos pedirle lineamientos al estado. Quiero ser comprensiva con el estado, pero hay gente que nos pregunta y sentimos que tenemos las manos atadas”.

Cientos de miles de trabajadores esenciales han mantenido a sus hijos en la guardería durante la pandemia y, hasta ahora, estos centros no han sido grandes propagadores de la enfermedad.

Bajo un sistema desarrollado por el estado, los condados se agregan a la lista de monitoreo y deben cerrar negocios adicionales si experimentan tres días de transmisión elevada de enfermedad, aumento de hospitalizaciones o capacidad hospitalaria limitada. Los condados salen del listado si esas tendencias se revierten y cumplen con los estándares estatales durante otros tres días.

Ocho condados de California han sido eliminados del listado y están esperando las pautas estatales para instruirse sobre cómo y cuándo pueden comenzar a reabrir algunos de los negocios y sectores que se vieron obligados a cerrar sus puertas, como los servicios religiosos en interiores, gimnasios y centros comerciales.

Aunque el gobernador aseveró el lunes que el proceso comienza dos semanas después de que un condado saliera de la lista, quiso decir en realidad que ningún condado había estado fuera del listado durante más de dos semanas, el tiempo que deben esperar antes de abrir escuelas, comentó Kate Folmar, portavoz de Salud y Servicios Humanos de California. “Nuestro marco revisado, que se publicará a finales de esta semana, dará más claridad sobre cuánto tiempo se requiere de una pausa entre el endurecimiento y la flexibilización de las restricciones en los sectores”, señaló Folmar.

Pero conforme la mayoría de las medidas, la primera reapertura de California no fue tan bien como esperaba Newsom.

En última instancia, el estado permitió que los condados reiniciaran sus actividades antes de que alcanzaran los umbrales estatales para el personal de rastreo de contactos y los objetivos diarios para las pruebas. Newsom también flexibilizó las pautas que habían prohibido la reapertura de los condados con muertes por COVID-19 en las dos semanas anteriores, uno de varios cambios que, según él dijo a mediados de mayo, habrían permitido que 53 de 58 condados comenzaran ese proceso.

El virus se disparó y, en julio, el estado comenzó a implementar restricciones comerciales nuevamente.

Esta vez, el gobernador señaló que el estado mantendría controles más estrictos sobre las reaperturas de los condados. A medida que California desarrolla un nuevo proceso, la administración de Newsom también lidia con incendios forestales sin precedentes, una ola de calor histórica, cortes de energía y tormentas eléctricas con rayos.

Santa Cruz se convirtió en el primer condado eliminado de la lista de vigilancia luego de cuestiones en los datos que obligaron al estado a congelar el listado, para consternación de los funcionarios locales. El condado salió del registro días antes de que se produjeran grandes incendios forestales en la región.

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“Desafortunadamente, salir del listado de vigilancia coincide con los incendios”, reflexionó el supervisor del condado de Santa Cruz, Ryan Coonerty. “No hemos tenido mucho tiempo para analizar las implicaciones de salir de la lista de seguimiento. Esta crisis ha superado la anterior. Pero a medida que las cosas se estabilicen, intentaremos resolver estas cuestiones en el futuro”.

Desde que se eliminó del listado al condado de Santa Cruz, Coonerty y el supervisor de dicho condado, Zach Friend, dijeron que no ha habido comunicación estatal alguna sobre lo que eso significa. “El condado no ha recibido un cronograma o métricas, y tampoco ningún otro condado con el que he hablado”, reconoció Friend.

La falta de claridad de la oficina del gobernador es anterior a la ronda más reciente de desastres.

Según la supervisora del condado de Los Ángeles, Kathryn Barger, los anuncios y las órdenes del gobernador carecen de detalles y han sido difíciles de implementar. También destacó que los condados no recibieron suficiente aviso antes de que el estado anuncie decisiones importantes.

Barger citó un ejemplo reciente de mensajes contradictorios del departamento de salud pública estatal y la Junta de Peluquería y Cosmetología sobre la posibilidad de que los salones de belleza trabajen al aire libre. La junta y el departamento no estuvieron de acuerdo sobre permitir los servicios de belleza al aire libre y Newsom se vio obligado a aclarar públicamente que se habían permitido días después de que cerró los negocios.

“Causa confusión”, dijo Barger. “Cuando tienes industrias que ya están frustradas, eso se agrava aún más”.

El alcalde de San Diego, Kevin Faulconer, y el supervisor del condado, Greg Cox, se unieron al coro de funcionarios de condados en busca de más información a principios de este mes. En una carta enviada a Newsom el 14 de agosto, solicitaron una guía de reapertura “clara y coherente” para los condados que ahora cumplen con las métricas del estado. “La falta de un proceso consistente para estas empresas, con desencadenantes lógicos basados en datos, exacerba una situación económica cada vez más difícil y socava la credibilidad y el cumplimiento de la orden de salud pública del estado”, escribieron.

Mientras los funcionarios de condados esperan más información, Gore dijo que cada día que el estado no anuncia las reglas es otra jornada en la cual los negocios con problemas de liquidez no pueden planificar su futuro.

“Nuestras empresas quieren escuchar esto ahora”, enfatizó. “Los negocios necesitan tiempo para adaptarse. Y por ahora solo están esperando”.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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