Después de que 8 trabajadores murieron de COVID-19, los funcionarios quieren que se cierre la planta de Foster Farms
Después de que 8 trabajadores murieron de coronavirus, los funcionarios quieren que la planta de Foster Farms cierre
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El sitio de uno de los peores brotes de coronavirus de California ha sido una planta avícola de Foster Farms en el Valle Central, ahora, los funcionarios quieren cerrarla.
Ocho trabajadores de Foster Farms Livingston Facility han muerto, lo que representa el 18% de la cantidad de decesos por COVID-19 en el condado de Merced entre personas menores de 65 años. Al menos 358 empleados dieron positivo, dijeron funcionarios de salud del condado de Merced en un comunicado.
Otras instalaciones de Foster Farms en varios condados también están experimentando brotes, dijo la Dra. Erica Pan, oficial interina de salud estatal.
“En vista del aumento de muertes y casos no controlados de COVID-19, se tomó la decisión de ordenar el cierre de la Planta Livingston dentro del Complejo Livingston Foster Farms hasta que se establezcan medidas de seguridad aceptables”, manifestó el Dr. Salvador Sandoval, funcionario de salud del condado de Merced en un comunicado el jueves por la noche.
“Nuestro deber es proteger la salud pública, incluso ante decisiones difíciles”.
A pesar de la declaración pública de los funcionarios del condado de Merced, los empleados de Foster Farms recibieron correos electrónicos el jueves por la noche indicándoles que se presentaran a trabajar para el turno del jueves por la noche o el viernes si tenían programado hacerlo.
“Todos los empleados en estado activo deben presentarse a trabajar para su turno regular esta noche o mañana según lo programado. La planta y todas las demás instalaciones en el complejo Livingston están operando de manera segura”, dijo la carta, que fue revisada por el Times. “Por favor, continúe cubriéndose la cara y siga otras prácticas seguras en el trabajo y fuera de las instalaciones”.
Más tarde el jueves por la noche, Mike North, portavoz del condado de Merced, dijo que la ejecución de la orden de cierre se retrasó 48 horas después de que el condado recibió una llamada del subsecretario de seguridad alimentaria del Departamento de Agricultura de EE.UU.
Cientos de miles de trabajadores esenciales han mantenido a sus hijos en la guardería durante la pandemia y, hasta ahora, estos centros no han sido grandes propagadores de la enfermedad.
La demora, señaló North en un correo electrónico, “ayudará a facilitar la logística asociada con cualquier cierre necesario”.
Los esfuerzos para contactar a los representantes de Foster Farms, que tiene su sede en Livingston, California, no tuvieron éxito el jueves por la noche. Foster Farms se ha descrito a sí mismo como el principal productor avícola de la Costa Oeste.
Los trabajadores de la planta de Livingston son predominantemente latinos y punjabí sij, dijo Deep Singh, director ejecutivo del Movimiento Jakara, una organización sin fines de lucro para jóvenes y familias del Valle Central dirigida a la comunidad punjabí sij. Muchos de los miembros de su grupo trabajan en la planta de Foster Farms. Singh comentó que estaba decepcionado por la decisión de dar instrucciones a los trabajadores para que regresaran a trabajar a pesar de la orden del condado.
“Estoy muy decepcionado de que Foster Farms continúe con el turno de esta noche. Eso pone a los trabajadores en peligro y en riesgo de infección a pesar de las opiniones médicas expertas proporcionadas por la salud pública del condado y otros profesionales”, enfatizó Singh.
Relató lo que le dijo un trabajador: “Nos llaman esenciales, pero nos tratan como si fuéramos prescindibles”.
La decisión del condado de ordenar el cierre de las instalaciones en expansión se produce dos meses después de que se identificara por primera vez un brote allí. En un comunicado emitido públicamente, los funcionarios de salud pública del condado de Merced dijeron que habían aconsejado, y luego ordenado, a Foster Farms a realizar pruebas generalizadas entre sus empleados.
Pero las pruebas ordenadas por el condado no se han completado, dijeron los funcionarios del condado, y las muertes y los casos continúan aumentando.
“El cierre de esta planta es la única forma de controlar rápidamente el brote en Foster Farms. Nuestros corazones están con las ocho familias que han perdido a un ser querido”, dijo Sandoval, oficial de salud del condado de Merced, en un comunicado.
De los trabajadores de la planta que se confirmó que estaban infectados, el 2.2% murió, según el condado. Eso es significativamente más alto que la tasa de mortalidad entre las personas infectadas con el coronavirus en la población general del condado de Merced, que es del 1.3%.
El camionero del condado de Riverside, Tommy Macías, murió de COVID-19 después de asistir a una barbacoa. Su último mensaje fue una advertencia llena de arrepentimiento.
Los funcionarios del condado dijeron que trabajaron con la oficina del fiscal general del estado y el Departamento de Salud Pública de California para llegar a un acuerdo con la compañía para evitar un cierre a gran escala de la instalación de producción, pero no pudieron hacerlo.
“Si vamos a mantener comida en nuestras mesas durante esta pandemia, debemos hacer un mejor trabajo para proteger a los trabajadores esenciales que la están produciendo. Eso significa defender a las personas en nuestras instalaciones avícolas, campos agrícolas, plantas de procesamiento de carne, restaurantes, supermercados y más”, afirmó el fiscal general Xavier Becerra en un comunicado.
“La operación avícola de Foster Farms en Livingston... ha experimentado una propagación alarmante de COVID-19 entre sus trabajadores” señaló Becerra.
Pan, la funcionaria interina de salud estatal, escribió en una carta a un abogado que representa a Foster Farms que “al no cumplir con las directivas del condado, Foster Farms no solo pone en peligro la salud de los trabajadores permanentes, temporales y voluntarios y sus familias, sino que también aumenta el riesgo de transmisión comunitaria en el condado de Merced y los condados circundantes, que ya están experimentando niveles muy altos de transmisión”.
Si bien el comienzo de la pandemia de coronavirus de California golpeó con fuerza primero en el Área de la Bahía y luego en el condado de Los Ángeles, a medida que avanzaba el verano, los brotes han afectado cada vez más a las regiones agrícolas del estado, infectando a los trabajadores esenciales de bajos ingresos que producen los comestibles que alimentan al país.
Un análisis del Times encontró que de los condados de California con las 12 peores tasas de casos per cápita durante las últimas dos semanas, ocho de ellos se encuentran en los ocho condados del Valle de San Joaquín. El condado de Merced tiene una de las peores tasas en todo el estado, reportando 565 casos por cada 100.000 residentes en los últimos 14 días. Por el contrario, el condado de L.A. tiene alrededor de 209 casos por cada 100.000 habitantes; San Francisco, 141 casos por cada 100.00 residentes; y el condado de San Diego, 116 casos por cada 100.000 habitantes.
El condado de Miami-Dade ha sido el epicentro del brote del estado con cerca de 2.000 muertes desde marzo, más del 20% del total del estado. Como los casos de Florida se dispararon este verano, los hospitales de Miami se sobrecargaron especialmente en la segunda mitad de julio.
El condado de Merced también tiene una de las peores tasas de mortalidad entre todos los condados durante las últimas dos semanas, con 38 muertes. Sobre una base per cápita, eso equivale a 14 decesos por cada 100.000 habitantes; los condados de L.A. y Orange están reportando 5.5 defunciones por cada 100.000 residentes, y los condados de San Diego y San Francisco, menos de dos muertes por cada 100.000 habitantes.
El Valle Central tiene la mayor cantidad de empleos en la industria de procesamiento y sacrificio de animales que cualquier otra región de California, según un análisis del Centro Comunitario y Laboral de UC Merced.
La región también tiene tasas más altas de investigaciones provocadas por accidentes o quejas, según el análisis del centro de datos proporcionados por el Departamento de Trabajo de EE.UU. Entre mediados de 2015 y mediados de 2020, el Valle Central fue el hogar del 65% de las investigaciones de mataderos e instalaciones de procesamiento de animales en California, encontró el análisis de UC Merced.
El centro ha instado a los funcionarios a promulgar normas de seguridad y salud de emergencia en el lugar de trabajo para la fuerza laboral de procesamiento y sacrificio de animales del Valle Central. Los otros grandes brotes del Valle Central han afectado a Central Valley Meat Co. en el condado de Kings y a Ruiz Foods, un empaquetador de alimentos congelados en el condado de Tulare.
Los empacadores de carne en California son particularmente vulnerables en la era de la pandemia: los trabajadores son de bajos ingresos y viven en entornos muy unidos, señaló Edward Flores, profesor de sociología del Centro Comunitario y Laboral de UC Merced. La investigación de Flores y Ana Padilla, directora ejecutiva del centro, encontró que los condados de California con una mayor proporción de hogares hacinados y con bajos salarios han tenido más probabilidades de verse afectados por la pandemia.
Los trabajadores de las empacadoras de carne en California son en su mayoría latinos, y los latinos se han visto afectados de manera desproporcionada por el COVID-19 en California. En todo el estado, los latinos representan el 60% de los casos y el 48% de las muertes por COVID-19, a pesar de ser el 39% de la población.
Los latinos representan el 56% de los empleados de bajos salarios de California, según el Centro Laboral de UC Berkeley, muchos de los cuales laboran en trabajos esenciales en los que deben salir de casa para trabajar, lo que aumenta el riesgo de contagio.
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