Cuestionan muerte a tiros de un hombre negro por agentes del sheriff de Los Ángeles
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El lunes, agentes del alguacil del condado de Los Ángeles dispararon y mataron a un hombre negro en un incidente que está provocando preocupación e indignación en el vecindario de Westmont, en el sur de Los Ángeles.
Las autoridades dijeron que el tiroteo ocurrió al final de una persecución y después de que el hombre supuestamente golpeó a uno de los agentes.
Horas después del tiroteo, una multitud se reunió en el lugar y exigió respuestas. Hubo cánticos de “Di su nombre”, “No hay justicia, no hay paz” y “Las vidas de los negros importan” (Black lives matter). Algunos dijeron que no creían que el tiroteo estuviera justificado. Después de la medianoche del lunes, más de 100 manifestantes marcharon hacia la estación del Sheriff en Imperial Highway, donde continuó la protesta.
El incidente se produce dos meses después del polémico tiroteo de Andrés Guardado, de 18 años, en Gardena, que ha provocado semanas de manifestaciones.
El teniente del alguacil Brandon Dean informó el lunes por la noche que dos agentes de la estación del sur de Los Ángeles conducían por Budlong Avenue cuando vieron a un hombre montando su bicicleta en violación de los códigos de vehículos. Dean dijo que no sabía qué códigos supuestamente rompió el hombre.
Cuando los oficiales intentaron contactar al hombre, dejó caer la bicicleta y corrió hacia el norte por Budlong a lo largo de una cuadra con los oficiales persiguiéndolo, relató Dean. En la cuadra 1200 de West 109th Place, los agentes nuevamente intentaron hacer contacto con él, fue entonces cuando golpeó a uno de ellos en la cara, dijo Dean.
Al hacerlo, el hombre dejó caer un paquete de ropa que había estado cargando. Los agentes vieron una pistola negra dentro del paquete, aseguró Dean, y ambos abrieron fuego, matando al hombre.
No fue identificado y fue descrito solo como un hombre negro de unos 30 años.
Dean dijo que no sabía cuántas veces le dispararon al hombre, pero destacó que los informes que reportaban que lo habían impactado más de 20 veces eran inexactos.
Gerardo De La Torre, de 18 años, estaba jugando videojuegos en su habitación en West 109th Place cuando escuchó 10 disparos, seguidos de gritos. Salió y vio a un grupo de personas que se enfrentaban a los oficiales. En cinco minutos, dijo, 12 patrullas se detuvieron en la intersección, con las sirenas prendidas, donde yacía un hombre muerto.
De La Torre recordó un tiroteo apenas tres meses antes: un hombre latino transitaba por su calle con un arma en la mano y estaba parado frente a la casa de su familia cuando los agentes le dispararon, reveló. El Departamento del Sheriff dijo en ese momento que el hombre había apuntado con el arma a los oficiales.
Todavía hay dos agujeros de bala en la cerca de madera fuera de su casa.
“Realmente no me gusta lo que ha estado pasando aquí”, dijo. Planea mudarse en dos semanas para reunirse con su hermano en San Francisco.
Cuando Arlander Givens, de 68 años, vio las patrullas pasando por su casa en West 109th Place, supo por la cantidad de autos que alguien había recibido un disparo por parte de la policía.
Givens ha observado con alarma cómo hombres negros han muerto a manos de la policía en Minnesota, Wisconsin, y ahora, en su cuadra.
“Es como si fuera temporada abierta (de caza)”, dijo.
Givens cuestionó por qué los agentes abrieron fuego, si, como dijo un agente el hombre no llevaba un arma.
“Si se agachó para agarrarla, es diferente”, señaló Givens. “Pero si está en el suelo, ¿por qué disparar? Eso significa que estaba desarmado”.
Cuando su esposa va a la tienda, Givens le dice que tenga cuidado.
“No estamos hablando de un pandillero”, dijo. “Estamos hablando de la policía. Y eso es malo. No tengo nada que ocultar, no tengo motivos para correr, pero cuando veo a los oficiales por encima del hombro, me preocupo”.
Un video tomado en el vecindario mostró a dos agentes corriendo detrás de un hombre que parecía llevar un bulto de ropa. Más tarde, se muestra a los agentes con sus armas en la mano, aparentemente después de que dispararon al hombre.
Los investigadores aún tienen que entrevistar a los agentes y muchos otros testigos, dijo Dean. No han revisado las imágenes de vigilancia ni los videos de teléfonos celulares que puedan haber capturado el tiroteo.
“Deben darnos tiempo para realizar nuestra investigación”, dijo. “Obtendremos todos los hechos de este caso y eventualmente los daremos a conocer”.
Ningún agente resultó herido.
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