El pitcher de Gigantes lanzó dos veces hacia la cabeza de Trout; los managers creen que no fue intencional

El dominio irregular de un jugador de 25 años de edad, en la novena entrada de la derrota de los Angels por 8-2 ante los Gigantes de San Francisco, desató una polémica el martes por la tarde.

Shaun Anderson, lanzador suplente de los Gigantes, lanzó dos de sus primeros seis lanzamientos cerca de la cabeza de la estrella de los Angels, Mike Trout. Las bolas rápidas registraron cada una 95 mph. Después de que el segundo tiro casi le vuela el casco, Trout le hizo un gesto a Anderson, como si preguntara: “¿Qué pasa?”, y se dirigió al umpire de home, John Libka, en busca de apoyo.

Los jugadores en el banquillo de los Angels expresaron su descontento. Un destacado jugador de las grandes ligas también expresó su descontento en internet: “Dejen de apuntarle a la cabeza de la gente”, escribió en Twitter el lanzador de los Rojos de Cincinnati y procedente de UCLA, Trevor Bauer. “No hay lugar en el béisbol para eso”.

Cuando Trout logró una carrera y finalmente anotó la última de los Angels con un roletazo de out de Shohei Ohtani, los fanáticos que seguían el juego en Twitter cuestionaron si Anderson se estaba vengando de los Angels. El relevista Jacob Barnes había golpeado en la espalda a Evan Longoria, tercera base de los Giants, con una bola rápida de 95 mph en la quinta entrada.

El mánager de los Angels, Joe Maddon, descartó que Anderson quisiera hacerle daño a Trout. “Es solo un joven que no está listo para estar aquí. Eso es todo lo que es”, argumentó. “No tiene nada de malicioso. Ya he visto cosas así antes… Incluso podría ser que se sintió intimidado porque Mike estaba en la caja de bateo. Eso no es una excusa para él, solo digo que eso es lo que vi”.

Puede que haya algo de cierto en ello. Anderson dio 38 boletos, ponchó a 70 de los 427 bateadores enfrentados y permitió 13 jonrones en 96 entradas para los Gigantes la temporada pasada.

Anderson ha mejorado su tasa de ponches esta temporada, ponchando a 10 de 40 bateadores, pero no su tasa de avances a primera base; logró ocho en nueve entradas y media.

Antes de su asignación el martes, Anderson solo había concretado 36 lanzamientos desde el 9 de agosto. Apareció por última vez en un juego el 12 de este mes.

“Voy a ser muy directo: Shaun no ha estado en el montículo en cinco días”, comentó el manager de los Giants, Gabe Kapler. “Se puso un poco nervioso. No le tiramos hacia la gente. Eso no es lo que somos”.

Anderson le rindió un sencillo a Anthony Rendon y tiró un lanzamiento descontrolado antes de inducir el roletazo de out de RBI de Ohtani, el out elevado débil de Brian Goodwin y el whiff de Jo Adell en un slider de 1 y 2 para terminar el juego.

“Este chico ha tenido problemas de mando como muchos lanzadores jóvenes”, comentó Maddon. “No saben a dónde va su bola rápida. Observas que comenzó a controlar el slider. Solo necesitaba lanzar más sliders y luego podría encontrar ese plato. Eso es todo lo que pasó”.

Ni Trout ni Anderson estuvieron disponibles para efectuar comentarios por videoconferencia.

Tres cosas que dejó el juego

• Al abridor de los Angels Dylan Bundy le costó encontrar el plato. Permitió cuatro bases por bolas y dos jonrones para que los Giants obtuvieran una ventaja de 4-1. Bundy tuvo cinco abanicadas en cuatro entradas. Lanzó un total combinado de 33 abanicadas en sus dos aperturas anteriores, durante las cuales permitió una carrera en 16 entradas.
• El diestro Jaime Barria lanzó cuatro entradas en blanco como relevista antes de entregar dobles consecutivos con dos outs ante Brandon Belt, Evan Longoria y Patrick Sandoval, en la novena. Barria ocupó el lugar en la lista del versátil Taylor Ward antes del juego.
• Después de una semana de entrenamientos en el campo, el campocorto Andrelton Simmons permanece en la lista de lesionados. Su tobillo izquierdo torcido sigue teniendo problemas cuando se mueve a los costados.
  

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