Columna: Los entrenadores de LAUSD están haciendo un trabajo heroico para mantener a los niños enfocados

Permítanme ofrecer un sincero “gracias” a todas las personas que han ofrecido su tiempo para ser entrenadores en el Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles. Los sacrificios que han hecho, la resistencia que han demostrado, la negativa a no darse por vencidos cuando se enfrentan a momentos semanales de frustración y decepción: los niños lo necesitan más que nunca.

El entrenador de futbol americano de Wilmington Banning, Raymond Grajeda, me recordó lo desafiante que ha sido para los entrenadores en el décimo mes después de que los campus cerraron para las clases y los deportes en la escuela preparatoria por la pandemia de COVID-19.

“Esta ha sido la tarea más difícil que hemos tenido”, dijo.

Desde marzo, se ha reunido con sus jugadores siete veces, cuando el distrito permitió brevemente que se realizara el acondicionamiento el mes pasado.

“Tratar de controlar a estos niños es difícil”, manifestó. “Mantener a estos muchachos motivados para la City Section es casi imposible. Son como cuentos falsos. Recibiríamos una respuesta en octubre, pero no la obtuvimos. Después les dijimos, bien chicos, tenemos buenas noticias. Quizá podamos hacer ejercicio en noviembre. Vamos a pasar dos acondicionándonos, luego nos cierran.

“Han sido muchos cuentos falsos. Nos emocionamos, luego nos desinflamos, nos emocionamos y luego nos desinflamos de nuevo. Esa ha sido la historia”.

En las llamadas de Zoom, los entrenadores intentan alentar a sus jugadores a mantenerse motivados, estar en forma y positivos. Si no ofrecen esperanza, nadie lo hará.

Increíblemente, tampoco se les paga por el tiempo que pasan con los jugadores fuera de las clases programadas regularmente.

No es que entrenan por el escaso estipendio de $2.811, es en realidad un trabajo voluntario; los estipendios no se pagan hasta que comienza la temporada. Realmente están entrenando debido a la pasión por los deportes y la satisfacción de ayudar a sus estudiantes a tener éxito.

Los padres están perdiendo la paciencia. Aquellos con medios económicos recurren a los programas de los clubes, porque esos equipos están practicando e incluso jugando partidos fuera de California.

Mientras tanto, los entrenadores del LAUSD están haciendo todo lo posible para recordarles a los jugadores que todavía hay tiempo para jugar, pero que deben permanecer enfocados en la escuela para ser elegibles y seguir ejercitándose por su cuenta.

“Eso es todo lo que podemos hacer”, dijo Grajeda.

“Trabajar con lo que tenemos y con lo que nos dan. Simplemente tendremos que esperar y dejar que suceda el proceso. Tan pronto como digan ‘Empiecen’, definitivamente estaremos listos”.

Austin Beutner, el superintendente del LAUSD, ha insistido en que no habrá competencias deportivas hasta que sea lo suficientemente seguro para que los estudiantes vuelvan al aula, así que buena suerte al hacer una predicción para cualquier regreso deportivo.

Depende de los entrenadores recoger los pedazos y encontrar formas de ayudar a los niños a resistir en un momento de adversidad.

Un entrenador de futbol americano desde hace mucho tiempo dijo: “Después de que esto termine, espero que seamos apreciados un poco más de los $2.811”.