Seis gráficos muestran cómo los estadounidenses han sido afectados hasta ahora por el COVID-19
- Share via
El nuevo coronavirus ha infectado a más de dos millones de estadounidenses desde que llegó a las costas del país, en enero pasado, y arriba de 100.000 de ellos murieron por COVID-19. Un nuevo informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ofrece la mirada más completa hasta la fecha sobre cómo los estadounidenses han sido afectados por el patógeno.
El análisis se basa en más de 1.3 millones de pacientes -provenientes de los 50 estados y del Distrito de Columbia- que se enfermaron entre el 22 de enero y el 30 de mayo.
Sus infecciones fueron confirmadas con pruebas de laboratorio que buscan el ARN del virus.
Al 30 de mayo, había 403.6 casos de COVID-19 por cada 100.000 personas en EE.UU. Las mujeres y las niñas tenían una incidencia ligeramente mayor (406 casos por 100.000) que los hombres y los niños (401.1 casos cada 100.000).
El número de nuevos eventos por día alcanzó su punto máximo el 12 de abril, cuando se confirmó la infección en 31.994 individuos. Las muertes causadas por la enfermedad COVID-19 alcanzaron su punto máximo nueve días después, el 21 de abril, cuando se registraron 2.856 fallecidos (ambas cifras son promedios móviles de siete días, que incorporan datos de la jornada actual y de las seis anteriores para suavizar los picos y caídas esperados).
Para el 30 de mayo, el número de casos nuevos por día se había reducido a 19.913, y los decesos diarios descendido a 950.
Como se vio anteriormente, el riesgo de infección aumentó con la edad. Hubo 51.1 casos por cada 100 mil niños menores de 10 años, en comparación con 902 casos por cada 100 mil adultos de 80 años o más. Sin embargo, la incidencia fue mayor para los residentes de EE.UU entre 40 y 50 años que para los de 60 y 70.
Sólo el 45% de los casos en la muestra incluyeron datos sobre la raza y el origen étnico de los pacientes. Al faltar información de más de la mitad de las personas infectadas, los autores del documento no pudieron realizar un análisis detallado de las disparidades raciales y étnicas.
No obstante, con los datos disponibles observaron que los latinos y los negros “se ven desproporcionadamente afectados por la pandemia de COVID-19”. Los latinos representan el 18% de los residentes de EE.UU, pero el 33% de los casos reportados hasta ahora. Del mismo modo, los negros son el 13% de la población, pero el 22% de los casos reportados.
Además, el 0.7% de la población es nativa americana o indígena de Alaska, sin embargo, el 1.3% de los casos reportados los han afectado.
Entre el 47% de los pacientes cuyos síntomas fueron informados, siete de cada 10 tenían al menos una de las manifestaciones centrales de COVID-19: fiebre, tos o falta de aire.
En general, el síntoma único más común entre ellos fue tos (50.3%), seguido de fiebre (43.1%). Más de un tercio de los pacientes informaron dolores musculares (36.1%) y de cabeza (34.4%).
Stunning visualizations show what the novel coronavirus, SARS-CoV-2, looks like at an atomic level of detail.
Otro 4% de los casos fueron asintomáticos. La verdadera proporción de estos casos es posiblemente mucho mayor, pero como probablemente quien no tiene síntomas no se someterá a una prueba, la incidencia real es difícil de medir, escribieron los autores. En el reporte, esas personas habían sido evaluadas mayormente después de ser identificadas por el rastreo de contactos, agregaron los investigadores.
La información sobre si los pacientes murieron o se recuperaron estuvo disponible para el 36% de los casos, y entre los fallecidos, hubo datos sobre las condiciones de salud subyacentes del 57% de los casos.
La tasa de mortalidad general para los estadounidenses de todas las edades y ambos sexos fue del 5.4%; los hombres (6%) resultaron más propensos a morir que las mujeres (4.8%).
Las infecciones por coronavirus fueron 12 veces más mortales en pacientes con afecciones de salud preexistentes. Entre quienes estaban sanos antes de contagiarse con el virus, el 1.6% falleció de COVID-19. Pero entre aquellos con cardiopatías, diabetes, infecciones pulmonares crónicas u otras dolencias, el 19.5% de las infecciones llevaron a la muerte.
Los pacientes enfermos de COVID-19 de mayor edad tuvieron más probabilidades de ser hospitalizados. En total, el 14% de aquellos con hospitalización comprobada habían sido internados para recibir tratamiento. Los hombres y los niños (15.6%) mostraron más probabilidades de ser hospitalizados que las mujeres y las niñas (12.4%).
El riesgo de ser internado fue seis veces mayor para los pacientes con afecciones de salud subyacentes (45.4%) que para las personas sin ellas (7.6%).
Pero cuanto mayores eran los pacientes, menor era la brecha. Entre los de 70 años, por ejemplo, el 64.7% de aquellos con condiciones preexistentes fueron hospitalizados, en comparación con el 27.9% de quienes estaban sanos antes de la infección con coronavirus. De los individuos que tenían al menos 80 años, el 62.3% de aquellos con condiciones preexistentes fueron hospitalizados, en comparación con el 30.1% de quienes no las tenían.
Las tendencias fueron similares para el 2.3% de los pacientes que ingresaron en unidades de cuidados intensivos (UCI). Los hombres y los niños (2.8%) tuvieron más probabilidades de terminar en UCI que las mujeres y las niñas (1.7%).
De las personas con afecciones subyacentes, el 8.5% ingresó en una UCI; entre los pacientes sin tales condiciones, el 1.5% fueron tratados en una UCI. Al igual que con las hospitalizaciones totales, esa brecha se redujo con la edad.
Los hallazgos fueron publicados el lunes en el Informe semanal de morbilidad y mortalidad de los CDC.
Para leer esta nota en inglés haga clic aquí
Suscríbase al Kiosco Digital
Encuentre noticias sobre su comunidad, entretenimiento, eventos locales y todo lo que desea saber del mundo del deporte y de sus equipos preferidos.
Ocasionalmente, puede recibir contenido promocional del Los Angeles Times en Español.