Pese al éxito de la vacuna para COVID-19, se necesitan más voluntarios para realizar pruebas
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Dos vacunas para COVID-19 podrían estar acercándose a la meta, pero los científicos advierten que es primordial que suficientes personas se ofrezcan como voluntarias para ayudar a terminar de estudiar otras vacunas candidatas en Estados Unidos y en todo el mundo.
Moderna Inc. y su competidor Pfizer Inc. anunciaron recientemente resultados preliminares que muestran que sus productos parecen tener una efectividad del 95% y 90% contra COVID-19, al menos para la protección a corto plazo.
Si esos primeros resultados se mantienen —y los reguladores estadounidenses están de acuerdo en que las vacunas son seguras— el uso de emergencia de suministros pequeños y racionados podría iniciar a fines de diciembre. Otros países con contratos para dosis tempranas realizarían sus propios estudios.
Pero se necesitarán varias vacunas para satisfacer la demanda mundial y contribuir a poner fin a la pandemia. Y eso genera preocupación de que los ensayos clínicos que aún necesitan inscribir a miles de voluntarios sean insuficientes, si las personas deciden esperar una opción que ya esté totalmente aprobada y segura.
“No queremos que eso suceda”, señaló el Dr. James Cutrell, un experto en enfermedades infecciosas en UT Southwestern Medical Center en Dallas.
Dejando a un lado los suministros, otras vacunas COVID-19 en desarrollo pueden funcionar de manera diferente en diversas poblaciones, explicó Cutrell, y “probablemente nos beneficiemos de tener un menú de distintas opciones de vacunas”.
“Todavía necesitamos voluntarios”, enfatizó el Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud (INS). Pidió a los estadounidenses que se inscribieran en los ensayos clínicos.
Asimismo, es casi seguro que a los participantes en los estudios de Moderna y Pfizer que originalmente recibieron inyecciones simuladas se les ofrecerá la vacuna real, si la Administración de Drogas y Alimentos de Estados Unidos permite su uso de emergencia. Pero nadie sabe cuánto durará la protección, lo que significa que esos estudios también deben continuar rastreando a los receptores de alguna forma.
“Una cosa es ser eficaz dos meses después de la última vacunación, y otra cosa es ser eficaz un año después”, señaló el Dr. Jesse Goodman de la Universidad de Georgetown, ex director de la división de vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos. “Va a ser muy importante completar estos ensayos clínicos y los de las otras vacunas para que podamos compararlas”.
Las noticias prometedoras de Moderna y Pfizer son un buen augurio para algunos de sus competidores, comentó el Dr. Anthony Fauci, el principal experto en enfermedades infecciosas del gobierno de Estados Unidos, cuyo equipo en los INS ayudó a desarrollar el candidato de Moderna.
Esas inyecciones apuntan a la proteína de “pico” que se clava en la superficie del coronavirus, y los primeros resultados demuestran que es suficiente para generar una “respuesta protectora”, señaló Fauci. “Conceptualmente, esto se ve bien” para otras vacunas similares fabricadas de distintas formas.
A continuación, se muestra una tabla de los pioneros en la carrera de vacunas mundial:
Vacunas de código genético
La vacuna Moderna-INS, y la candidata desarrollada por Pfizer y su socio alemán BioNTech, no están hechas con el coronavirus en sí, por lo que no hay posibilidad de que alguien pueda contraerlo por las inyecciones.
En cambio, las vacunas se fabrican con una nueva tecnología que inyecta un fragmento de código genético para la proteína de pico del coronavirus. Ese ARN mensajero, o ARNm, le indica al cuerpo que produzca una proteína de pico inofensiva, lo suficiente como para preparar al sistema inmunológico para que reaccione si luego se encuentra con el virus real.
Actualmente, no existen vacunas de ARNm autorizadas para las personas, por lo que los científicos no tenían idea de si las candidatas para proteger ante una infección de COVID-19 podrían funcionar o su rango de efectividad.
Ambos fabricantes están trabajando para aumentar la producción en fábricas de Estados Unidos y Europa. No pueden asociarse simplemente con otras compañías de vacunas para asumir parte del trabajo porque la tecnología es muy diferente a la forma en que se realizan la mayoría de las inyecciones actuales.
“No es un intercambio muy fácil ni rápido”, explicó el director ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel.
Vacunas de caballo de Troya
Estas se dirigen a la proteína de pico de coronavirus de otra manera: utilizan un virus diferente e inofensivo para llevar el gen de pico al cuerpo. Una vez más, el cuerpo produce una proteína de pico y prepara al sistema inmunológico para reconocerla.
La Universidad de Oxford y AstraZeneca de Gran Bretaña están fabricando su versión de esta vacuna de “vector viral” con un virus del resfriado, o adenovirus, que normalmente infecta a los chimpancés. Se están realizando estudios con decenas de miles de personas en Reino Unido, Estados Unidos y algunos otros países.
Johnson & Johnson está utilizando un adenovirus humano para su vacuna candidata. Es la única opción en las pruebas avanzadas de Estados Unidos cuyo objetivo es demostrar si una sola dosis, en lugar de dos, sería suficiente.
El gobierno de China autorizó el uso de emergencia de las inyecciones de adenovirus de CanSino Biologics en el ejército antes de cualquier prueba final. Rusia también comenzó a ofrecer una vacuna de adenovirus antes de las pruebas de etapa tardía.
Vacunas proteicas
Novavax produce su candidata a vacuna cultivando copias inofensivas de la proteína de pico de coronavirus en el laboratorio y empaquetándolas en nanopartículas del tamaño de un virus.
Existen vacunas a base de proteínas contra otras enfermedades, por lo que la tecnología no es tan novedosa como la de algunos de sus competidores. Novavax ha comenzado un gran estudio de etapa final en Gran Bretaña y pronto iniciará otro en Estados Unidos.
Vacunas de virus “muertos”
Las vacunas enfocadas en picos no son la única opción. Hacer vacunas mediante el cultivo de un virus que causa una enfermedad y luego matarlo es un enfoque probado y verdadero —es la forma en que se hicieron las famosas vacunas contra la polio de Jonas Salk.
China tiene tres vacunas candidatas contra COVID-19 “inactivadas” en pruebas finales en varios países, y ha permitido el uso de emergencia en algunas personas antes de los resultados. Una empresa india está probando su propio candidato inactivo.
Elaborar de forma segura y luego eliminar el virus lleva más tiempo que las tecnologías más novedosas. Pero las vacunas inactivadas le dan al cuerpo un adelanto del coronavirus mismo en lugar de solo la proteína de pico único.
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