OPINIÓN: ¿Qué más le puede pedir Trump a AMLO?
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Hace unos días, el gobierno mexicano decidió no apoyar el acuerdo tomado por los países productores de petróleo para reducir su producción, disminuyendo la oferta, y elevar así el precio en el mercado internacional. Esos países defienden sus ganancias presionando a la economía mundial al regular su producción, y aunque México no es un jugador relevante en este escenario, es muy importante que todos los exportadores del crudo asuman estos acuerdos.
La razón explícita y oficial del gobierno mexicano es que una medida de esa naturaleza contradice lo que el presidente de México ha venido pregonando, sin respaldo técnico o económico alguno como una promesa y un discurso de las mañaneras, en el sentido de elevar la producción de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Podríamos decir que se trata de un capricho. De hecho, técnicamente nadie en México ha argumentado la posición del presidente mexicano, sus colaboradores, desde hace tiempo, confunden la lealtad o su responsabilidad, con decirle que sí a todo.
En este contexto la posición mexicana perjudicaría a Estados Unidos en un momento muy difícil para el presidente Trump y poco antes de que empiece la fase más intensa de su campaña de reelección en medio de una pandemia de la que aún se desconocen todos los impactos.
Trump decide entonces hablar directamente con AMLO para convencerlo de que se sume al acuerdo de disminución de la producción y, en la única negociación directa que han tenido ambos presidentes, el mandatario de EE.UU acepta disminuir su producción para compensar la parte que México no estaba aceptando aportar a la disminución mundial. Cuando Trump dio a conocer este acuerdo a pregunta expresa de reporteros, comentó que México reembolsaría después, de alguna manera, esta concesión estadounidense.
Después de este “acuerdo” que por supuesto en México no se sometió ni siquiera para opinión al Senado mexicano, surgen varias preguntas. La mas recurrente es si en la plática telefónica se dijo de manera explícita lo que México daría a cambio o a que se refería Trump cuando dijo que México reembolsaría más tarde esta concesión.
Para quienes siguen de cerca las formas que usa Trump para presionar y negociar lo que a él le interesa, no queda ninguna duda de que algo habrá a cambio. Aún bajo el supuesto de que lo negociado, en estos momentos, a quien más conviene es a Estados Unidos, Trump no desaprovecharía la oportunidad de obtener algo a cambio. Así negocia.
De entrada, no tendría porque haber un acuerdo explícito. Trump ha obtenido de AMLO lo que ha querido. Como ya hemos dicho, el miedo al presidente de EE.UU y ceder en todo a sus peticiones, es uno de los pilares del gobierno de AMLO. Aún cuando se contradiga con lo que había prometido.
Todavía recuerdo cómo en el debate de la campaña presidencial en Tijuana en 2018, AMLO afirmó que México ya no haría el trabajo sucio de Estados Unidos deteniendo a los migrantes centroamericanos y bastó un mensaje de twitter del presidente estadounidense para que AMLO cediera eso y más sin ningún empacho y decidiera despedir al “genio” que lo había metido en ese problema.
Yo creo que no hay un acuerdo explícito. De ser el caso, Trump ya lo hubiera revelado como cuando mostró a los reporteros una hoja firmada por funcionarios mexicanos accediendo al control de los flujos migratorios centroamericanos en territorio mexicano y a que México se convirtiera en sala de espera de los solicitantes de asilo. Tampoco creo que la aportación de Estados Unidos sea para ayudar a México, sino porque así le conviene a su economía.
Si no hay algo explícito, concretar un acuerdo sin saber lo que hay que dar a cambio muestra una torpeza política que podría ser fatal para México. Solamente recordemos algo de lo que Trump ha dicho. Construir un muro que pagará México, convertirse en tercer país seguro en donde los solicitantes de asilo que hoy lo piden a Estados Unidos, lo hagan en México, devolver los empleos que el TLCAN trasladó a México e imponer aranceles a productos mexicanos cuando así convenga a la economía estadounidense. ¿Cuál le gusta? ¿México aceptaría alguna de estas formas de pago de la deuda derivada de un capricho?
Por si algo faltara, recordemos que Trump entrará muy pronto en una campaña de reelección en la que necesitará echar mano de todo lo que esté a su alcance para demostrar que él cumple y que tiene subordinado a México, alimentando de paso la posición antiinmigrante de gran parte de su electorado de base. ¿O qué creen ustedes que quiere decir Trump cuando dice que AMLO es una gran persona?
El asunto no concluye con el acuerdo entre los países productores de petróleo. México dará algo a cambio. Aunque hoy no sepamos qué es, puede usted apostar a que es algo que convendrá a Trump en su campaña electoral. Y todo por un capricho.
* Jorge Santibáñez es presidente de Mexa Institute
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