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Se presentaron 6.6 millones de solicitudes de seguro de desempleo esta semana

Stanley Smith, left, with South L.A. WorkSource Center, helps Gregory Allen with online job search services.
Stanley Smith, izquierda, de South L.A. WorkSource Center, ayuda a Gregory Allen, derecha, con servicios de búsqueda de empleo en Los Ángeles el 26 de marzo.
(Dania Maxwell / Los Angeles Times)

Más de 6.6 millones de estadounidenses solicitaron prestaciones por desempleo la semana pasada -el doble de la cifra récord de la semana anterior-, señal de que se multiplican los despidos en medio de la pandemia de coronavirus.

El informe impactante emitido el jueves por el Departamento de Trabajo revela que la eliminación de empleos se acelera en el marco de lo que es casi con seguridad una fuerte recesión en Estados Unidos y alrededor del mundo.

Las solicitudes de beneficios por desempleo generalmente reflejan el ritmo de los despidos. En combinación con el informe de la semana pasada de que 3.3 millones de personas buscaron ayuda por desempleo hace dos semanas, la economía de EE.UU ahora ha sufrido casi 10 millones de despidos en las últimas semanas, superando con creces la cifra de cualquier período correspondiente registrado.

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“Este tipo de cambio del mercado laboral en tan poco tiempo es inaudito”, señaló Heidi Shierholz, economista del Instituto de Política Económica, un grupo de expertos progresista.

Es probable que algunos de los reclamos de desempleo de la semana pasada estén demorados en los números de la semana anterior, cuando las oficinas estatales que manejan los beneficios de desempleo se vieron abrumadas por un aumento de reclamos en línea y telefónicos. Sin embargo, muchas de esas oficinas todavía tienen dificultades para procesar todos los reclamos que han recibido. Como resultado, las solicitudes de beneficios probablemente seguirán siendo extraordinariamente altas en las próximas semanas.

La magnitud de los despidos ha llevado a muchos economistas a prever hasta 20 millones de empleos perdidos para fines de abril. Eso sería más del doble de los 8.7 millones de empleos perdidos durante la Gran Recesión. La tasa de desempleo podría aumentar hasta un 15% este mes, por encima del récord anterior de 10.8% establecido durante una profunda recesión en 1982.

Los empleadores están reduciendo sus nóminas para tratar de mantenerse a flote porque sus ingresos se han derrumbado, especialmente en restaurantes, hoteles, gimnasios, cines y otros lugares que dependen de la interacción en persona. Las ventas de automóviles se han hundido y las fábricas han cerrado.

Más de dos tercios de la población de EE.UU están bajo órdenes de quedarse en casa, impuestas por la mayoría de los estados del país. Eso ha intensificado la presión sobre las empresas, la mayoría de las cuales enfrentan alquileres, préstamos y otras facturas que deben pagarse.

Las solicitudes de ayuda por desempleo se dispararon en los 50 estados, lo que demuestra que los despidos se han extendido por todo el país. En California, casi 900.000 personas buscaron beneficios la semana pasada, casi cuatro veces la cifra de la semana anterior, y equivalen al 5% de la fuerza laboral del estado.

En Michigan, las solicitudes de desempleo aumentaron más del doble la semana pasada a 311.000. En Florida, las presentaciones se triplicaron a 227.000. En Dakota del Sur, se cuadruplicaron a 6.645.

La Casa Blanca y el Congreso ampliaron el sistema de beneficios de desempleo en el paquete de rescate económico de $2.2 billones de la semana pasada. Esa legislación agregó $600 por semana en ayuda por desempleo, además de lo que los beneficiarios reciben de sus estados. Esto permitirá a muchos trabajadores de bajos ingresos administrar sus gastos e incluso aumentar su poder adquisitivo y apoyar la economía.

También hace que muchas más personas sean elegibles para recibir ayuda por desempleo, incluidos los trabajadores por cuenta propia, los contratistas y los llamados trabajadores de la “gig economy” (economía por encargo), como los conductores de Uber y Lyft.

Kathryn Lickteig, una cocinera en Kansas City, se inscribió para recibir una compensación por desempleo la semana pasada después de que la ciudad cerrara sus restaurantes. Ella tiene la esperanza de que los $600 adicionales la ayudarán a salir adelante en lugar de tener que buscar un trabajo interino.

“Me ha quitado un peso de encima”, aseguró. “No tengo que salir activamente y exponerme al público y posiblemente enfermarme. Ahora puedo quedarme en casa y hacer mi parte en el distanciamiento social”.

La legislación también ayudará a financiar los beneficios de desempleo para los trabajadores cuyas horas se han reducido. Eso permitiría a estas personas reemplazar parte de sus ingresos perdidos con ayuda por desempleo incluso mientras mantienen sus trabajos.

Alrededor de 26 estados permiten a los empleados con horarios reducidos reclamar beneficios. La mayoría de los economistas apoyan hacerlo porque alienta a las empresas a reducir las horas en lugar de despedir trabajadores. Cualquier programa que aliente a las compañías a mantener conexiones con sus empleados puede ayudar a que la economía se recupere más rápido después de contener el brote de virus.

Por lo general, las personas que reciben ayuda por desempleo deben buscar activamente un nuevo trabajo y documentar sus búsquedas. Pero el Congreso aprobó otra legislación que alienta a los estados a abandonar ese requisito, dado que muchas empresas están cerradas, y la mayoría de los estadounidenses han recibido la orden de quedarse en casa.

Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics, dijo esta semana que sólo el 6% de las empresas encuestadas por Moody’s dicen que están contratando, una reducción drástica del 40% en las semanas anteriores al brote de coronavirus. La caída en la contratación subraya la dificultad que cualquier persona sin trabajo tendría para encontrar uno nuevo.

El viernes, el gobierno emitirá el informe de empleos de marzo, que según los economistas mostrará una pérdida de 145.000 trabajos. Ese informe se basa en datos recopilados principalmente antes de que el aumento de los despidos comenzara hace dos semanas. Aunque relativamente pequeña, esa pérdida aún terminaría con una racha récord de crecimiento laboral de 113 meses.

Numerosas agencias estatales de desempleo han luchado para mantenerse al día con la avalancha de solicitudes de beneficios por desempleo. El Departamento de Trabajo de Nueva York pide a las personas que presenten sus documentos en diferentes días según sus apellidos. El lunes, por ejemplo, está reservado para aquellos con apellidos que comienzan con A hasta F.

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