Así es como sé que he estado encerrada con adolescentes de aprendizaje a distancia abatidos durante demasiado tiempo: pasé varios días tiñendo camisetas y servilletas de damasco con restos de comida y recolecté plantas de mi vecindario.
A medida que el refugio en el hogar continúa y los días se han vuelto indistinguibles, necesitaba una distracción de mi rutina aislada de trabajo desde casa. Decidí experimentar con tintes naturales usando lo que tenía a mano, y sin gastar nada de dinero.
Primero, me puse en contacto con la artista de fibras de Los Ángeles, Niki Tsukamoto, de Lookout & Wonderland, para obtener algunos consejos.
“Hay tantas cosas con las que puedes experimentar en casa”, dijo Tsukamoto. “Los oxalis silvestres, los huesos de aguacate, las cáscaras de cebolla, el níspero y las hojas de eucalipto tienen sus propios taninos, por lo que funcionan como mordientes [que fijan el color a la tela]”.
Tsukamoto continuó explicando que parte de la diversión de experimentar con tintes naturales es el proceso de transformación. Los huesos de aguacate incoloros pueden producir sorprendentes tonos de rosa, mientras que las cáscaras de cebolla transforman el agua en tonos saturados de amarillos y naranjas.
“Siempre hablo con la gente sobre qué es lo que están tratando de lograr con su teñido natural”, dijo Tsukamoto, quien organiza talleres de teñido natural en circunstancias normales. “¿Están tratando de hacer algo que perdure, o que se desvanezca con el sol? Si sólo quiere ver qué sucede con diferentes plantas, entonces no hay reglas. Puede experimentar con todo y cualquier cosa en su cocina”.
La col morada, por ejemplo, no tiene los componentes químicos para unirse a la tela. Aún así, es divertido ver qué pasa.
“Lo mismo ocurre con la cúrcuma, que crea un hermoso color amarillo y tiene valor medicinal”, expuso Tsukamato. “No funciona como un tinte estable, pero es divertido jugar con ella. Y una de las mejores cosas de la cúrcuma es que si le coloca algo alcalino, se volverá roja”.
Inspirada por Tsukamoto, intenté reciclar algunas camisetas viejas y servilletas de damasco de reliquia usando huesos de aguacate, cáscaras de cebolla y algunas flores de hibisco de color rosa fuerte que recolecté del jardín de mi vecino.
Durante varios días recolecté restos de comida, froté y remojé la tela, y sumergí los artículos en baños de tinte. Mis experimentos no salieron exactamente según lo planeado, mi bonito tinte de hibisco rosa claro se lavó en la lavadora, pero se sintió como un breve respiro del encierro por coronavirus.
En lugar de preocuparme por los días de asueto y las facturas, busqué en mi vecindario hibiscos y oxalis de color amarillo brillante.
En vez de preguntarme si mi hijo asistirá a la universidad en otoño, hervía huesos de aguacate y veía como el agua se ponía roja.
Y en lugar de perder el sueño por lo que el futuro nos depara, me perdí en el proceso de doblar y teñir servilletas usando una técnica shibori.
Usted también puede hacerlo. Aquí está cómo.
Lo que necesitará:
4 o 5 huesos de aguacate frescos y limpios.
Flores de hibisco
2 libras de cáscara de cebolla
Vinagre blanco
Tejido de algodón, seda, lana o lino
Ollas de acero inoxidable (No se recomiendan las cacerolas)
Cintas elásticas o lazos para el cabello
Pequeños cuadrados de madera o cartón
Cuerda, cordel o hilo
Pinzas
Empiece
Paso 1
Cubra las cáscaras de cebolla y los huesos de aguacate con agua fría. Tsukamoto prefiere usar agua de ósmosis inversa pero cualquier agua bien filtrada funcionará. Utilicé agua del grifo porque estaba disponible. Ponga el agua a hervir a baja temperatura. Reduzca el calor y hierva a fuego lento hasta que el agua cambie de color (alrededor de una hora). Retire del fuego y deje reposar durante la noche.
Remoje las flores de hibisco al aire libre bajo el sol todo el día y déjelas reposar durante la noche.
Paso 2
Remoje su tela en agua tibia usando una parte de vinagre por cuatro partes de agua durante una hora. Esto crea un “mordiente” natural, que ayuda al tinte a unirse a la tela.
Paso 3
Agregue la tela mojada al baño de tinte y deje hervir a fuego lento durante 30 o 40 minutos. Cuanto más tiempo hierva a fuego lento la tela, más oscuros serán los colores.
Sumergí la parte inferior de mi camiseta en un baño de tinte solar de hibisco, pero después de varias horas, el proyecto de inmersión de tinte produjo sólo un ligero color. (Debería haberlo cocinado a fuego lento en la estufa en su lugar). Remojé la camiseta entera todo el día a pleno sol. (En el libro de Sasha Duerr “Natural Color: Vibrant Plant Dye Projects for Your Home and Wardrobe”, usó sulfato de aluminio y ceniza de soda en su exitoso baño de teñido de hibisco).
Paso 4
Para crear un patrón shibori, doble la tela húmeda de un lado a otro como un abanico de papel. Doble la tira larga en un cuadrado y átela a cada lado con una pinza. Normalmente, dos pequeños trozos de madera se usan como pinzas, pero yo usé cartón porque era todo lo que tenía. Ate la tela con hilo o cuerda (yo utilicé hilo de bordar y lazos para cabello) en varias filas para crear un patrón. Remoje la tela atada en el baño de tinte de cebolla a fuego lento durante al menos 20 minutos. Retire el cuadrado con pinzas y enjuague en agua fría. Retire los lazos y los cuadrados de cartón y listo, un patrón.
Paso 5
Enjuague en agua fría y deje secar.
Paso 6
Su tela ahora está lista para ser lavada en la lavadora. Aquí es cuando se dará cuenta si su tinte es resistente al color. Mis tintes de cebolla y aguacate aguantaron cuando salieron de la secadora, pero mi sutil tinte rosado de hibisco se evaporó. Los colores eran únicos y variados: las cebollas produjeron un color mostaza intenso y los huesos de aguacate crearon un tono rosa suave.
Ahora que conoce algunos conceptos básicos, experimente con remolachas, zanahorias, cebollas moradas, judías negras, romero o cáscaras de mandarina; las posibilidades son infinitas. Puede probar diferentes mordientes y alcalinos como bicarbonato de sodio y jugo de limón para cambiar el pH del tinte y transformar el color de la tela.
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