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El lanzamiento de la vacuna COVID-19 en San Diego comenzará en días, con la demanda superior a la oferta

El condado espera que sus primeras 28 mil dosis vayan a los trabajadores de la salud con alto riesgo de exposición al coronavirus.

Después de casi un año de adaptación a los cierres y el aislamiento, San Diego pronto tendrá la única herramienta que podría eventualmente restaurar la vida a alguna apariencia de normalidad: una vacuna COVID-19.

“Anticipamos que en algún momento a principios de la próxima semana, si no es incluso el fin de semana, recibiremos las vacunas”, dijo la oficial de salud pública del condado, la Dra. Wilma Wooten, en una sesión informativa para la prensa a principios de esta semana.

Pero no se quiten el tapabocas todavía, ni esperen que puedan vacunarse en cualquier momento. Los funcionarios del condado esperan que la región reciba un envío inicial de 28 275 dosis de la vacuna de Pfizer. El condado de San Diego alberga a 3.3 millones de personas y es probable que la vacuna no esté disponible hasta la primavera por lo menos.

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Esas primeras dosis irán a los empleados del hospital que están regularmente expuestos a los pacientes de COVID-19 - incluyendo doctores, enfermeras, personal de custodia y seguridad. El suministro limitado cubrirá solamente alrededor del 70 por ciento de los sandieguinos que caen en este grupo, según Wooten.

La UC San Diego espera recibir 2900 de esas dosis para el final del fin de semana y espera comenzar a vacunar a los trabajadores de la salud de primera línea a principios de la próxima semana, dijo el Dr. David Brenner, vicerrector de la universidad para las ciencias de la salud.

“Las personas que están en mayor riesgo la recibirán primero: la gente en el (Departamento de Emergencia), la gente en las UCI, luego pasa a la gente que hace los procedimientos, luego a la gente que hace las consultas, y la gente en los laboratorios”, dijo Brenner.

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Las dosis serán colocadas en congeladores en uno de los hospitales de la UCSD, probablemente el Jacobs Medical Center en La Jolla. La Dra. Susan Little, que ayudó a planificar la forma en que UCSD asignará esas dosis, dice que la vacunación será voluntaria en el futuro inmediato.

“Francamente, no tenemos el tiempo ni la energía para obligar a vacunarse a la gente que no quiere cuando tenemos tanta gente en la fila que sí quiere”, dijo.

El Union-Tribune se puso en contacto con otros sistemas hospitalarios del condado y se enteró de que Palomar Health, Scripps Health, el Hospital Infantil Rady, el Hospital Paradise Valley, el Centro Médico del Hospital Alvarado y Sharp Health esperan recibir asignaciones del primer lote de vacunas del condado, aunque ninguno sabía exactamente cuántas dosis recibirían. El U-T no recibió respuestas inmediatas de Kaiser Permanente o del Centro Médico Tri-City.

Pfizer enviará las dosis de la vacuna directamente a tres lugares en San Diego: UCSD, Rady y el propio condado, que opera el Hospital Psiquiátrico del Condado de San Diego. Cada lugar está equipado con los congeladores ultrafríos necesarios para almacenar la vacuna de Pfizer, que debe mantenerse a menos 94 grados Fahrenheit, aproximadamente la temperatura de un invierno antártico.

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El condado presentó su plan de distribución de la vacuna COVID-19 al estado el martes y planea compartir el documento con el público pronto, según Nick Macchione, director de la agencia de salud y servicios humanos.

Basándose en la orientación del estado, el condado planea dar una sola dosis de la vacuna a unos 28 mil sandieguinos, extendiendo el suministro lo más posible. La vacuna de Pfizer requiere dos inyecciones. Esa segunda inyección tendrá que venir de un futuro envío, que el condado espera recibir tres o cuatro semanas después. En el ensayo clínico de Pfizer, los participantes recibieron sus inyecciones con exactamente 21 días de diferencia.

“El momento exacto no creo que importe mucho”, dijo el Dr. Davey Smith, un experto en enfermedades infecciosas de la UCSD.

Lo que sí importa, dice Smith, es que la gente regrese para recibir la segunda inyección de refuerzo, lo que les dará una inmunidad más prolongada y fuerte contra el coronavirus. La vacuna de dos dosis de Pfizer es aproximadamente 95 por ciento efectiva en prevenir que se enfermen por COVID-19.

A los investigadores les preocupa que los efectos secundarios que son un poco más fuertes que los de la típica vacuna contra la gripe puedan impedir que algunos participantes regresen después de su primera inyección. Algunos sandieguinos en el ensayo clínico de Pfizer dijeron que experimentaron fiebre temporal, escalofríos y dolores musculares después de recibir sus inyecciones, efectos secundarios típicos de cualquier vacuna.

El jueves, un equipo de investigadores del comité asesor sobre vacunas de la Administración de Alimentos y Medicamentos revisó todo lo que los científicos saben (y no) sobre la vacuna de Pfizer. Después de una maratónica discusión de nueve horas, 17 de los 22 miembros del comité votaron para recomendar que la FDA autorice la vacuna.

Fue una votación monumental, pero no fue difícil, dice el Dr. Mark Sawyer, experto en enfermedades infecciosas del Hospital Infantil Rady y uno de los miembros del comité que votó a favor de la vacuna.

“No tenemos ningún otro mecanismo para frenar la pandemia excepto la vacuna”, dijo Sawyer. “Y no hubo efectos secundarios serios, preocupantes u obvios que hicieran preocupar a nadie. Así que, en ese sentido, fue bastante sencillo”.

Sawyer forma parte de otro comité asesor creado por el gobernador de California, Gavin Newsom, para revisar la seguridad y la eficacia de cualquier vacuna contra el coronavirus. Esa revisión extra tiene como objetivo tranquilizar a la gente en lugar de retrasar el lanzamiento de la vacuna, dice Sawyer, señalando que el comité se reúne el sábado para emitir una recomendación sobre la vacuna de Pfizer, que la FDA autorizó el viernes por la noche.

Se apresura a señalar que el inminente despliegue de una vacuna no marca un fin inmediato a la pandemia, y que no detendrá el actual aumento de casos de COVID-19 y las hospitalizaciones en San Diego y en todo el país. Solo las medidas básicas de salud pública pueden hacer eso, dice Sawyer.

“Hasta que mucha gente reciba esta vacuna, si no mejoramos el uso de cubrebocas y el distanciamiento, seguiremos viendo el tipo de números que estamos viendo ahora mismo”.

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